mardi 29 avril 2014

28 de marzo

Poco a poco teníamos que ir volviendo hacia Tehran. Habíamos decidido prolongar el alquiler del coche y pasar de la capital. Así ya sabemos que habrá un próximo viaje: nos quedarán cosas por ver, y no pocas.

Volviendo hacia el noreste nos dirigimos hacia Takab, y cogimos el único atajo sin asfaltar de todo el viaje. No era bueno para nada el camino, pero tampoco fue una tortura, y las vistas merecían la pena.


Llegamos a nuestro objetivo del día a tiempo para buscar un parque. Encontramos dos, uno muy cutre y otro mucho mejor, completo con diversas atracciones, entre otras una piscina de bolas.


Takab
Rangi Hotel
Upper Enqelab St.
Tel. 0482 522 3179
1'260'000 riales por una habitación triple

El dueño habla bien inglés.

29 de marzo

Takht-e Soleiman

Cerca de Takab se encuentran las ruinas de Takht-e Soleiman, que significa "trono de Salomón" pero en realidad ni es un trono ni es de Salomón, sino un templo zoroastriano del siglo III. Cuando los árabes intentaron invadir esa zona de Persia, los persas les dijeron que eso era el trono de Salomón para que lo respetaran. No me acuerdo si funcionó el truco.

Justo antes de Takht-e Soleiman está el volcán de Zendan-e Soleiman, también un lugar sagrado zoroastriano ya que rendían culto a las montañas y a los elementos fuego, aire y agua. Fuego ya no había pero aire sí, y mucho, y hacía tanto frío que dudamos si escalar la montaña. Al final metimos Irene en la mochila y no tardamos mucho en alcanzar la cima. Vale la pena por las vistas y para quienes quieran ver un volcán con un agujero de verdad, como uno se lo imagina.




Luego fuimos al muy cercano Takht-e Soleiman, que está construido alrededor de un lago que es al mismo tiempo una fuente de agua con un contenido muy alto en sulfuro.




Para pasar la noche, seguimos hasta Zanjan. No había nada que ver, pero fuimos a cambiar dinero en un centro comercial lujosísimo y a tomar helados de chocolate buenísimos.


Sepid Hotel
Emam Khomeyni Ave. cerca de Esteghlal Sq.
0241 322 68 82

La empleada de la recepción hablaba bien inglés y estaba harta de trabajar allí. A los diez minutos de llegar ya había sacado té y fruta y me había preguntado cómo pedir un visado para trabajar en España. Le dije que mejor escoger otro país.

30 de marzo

Cerca de Zanjan, recomendaba la guía visitar Soltaniyeh, especialmente el mausoleo de Oljeitu. Aparcamos cerca y como los niños estaban dormidos, afronté yo el frío polar que hacía aquel día y me fui a ver el templo. Me encontré con esto:

 
Pero no os creáis que me hicieron descuento por no poder verse nada...

Qazvin

Chema pasó del templo y seguimos hasta Qazvin, donde habíamos decidido pasar las dos últimas noches para ir al aeropuerto desde allí sin tener que entrar a Tehrán.


Hotel Iran
Azadi Sq.
0281 222 88 77
habitación triple 1'500'000 riales

Allí vimos los primeros turistas extranjeros desde hacía mucho tiempo (aparte de un grupo de japoneses en Takht-e Soleiman, en cuya ocasión me preguntaron si los niños eran también japoneses), una pareja de belgas que también llevaba un mes y también iban a pasar de Tehrán.

Ya estaban los niños cansados de coche y de visitas, así que en esos dos últimos días sólo fuimos al bazar, comimos patatas fritas y dimos paseos a carrito de caballo.




Como veis, no hacía calor. Una mención especial al nuevo bazar de Qazvin, que abrió sus puertas por primera vez en los días que estuvimos. Tiene la estructura de un bazar antiguo pero la construcción es nueva con una iluminación preciosa de noche. Incluso encontramos un puesto de churros.

31 de marzo

la alfombra

Nos quedaba algo de dinero y estábamos pensándolo desde hace unos días...

¿Compramos una alfombra?

Pensábamos en todas las complicaciones posibles que se nos podían dar, como pagar una tasa astronómica para sacarla del país, estar detenidos en España y pagar una multa, que sea demasiado grande para meterla en el avión... Al final fue muy rápido y no hubo más problemas que pagar 75 euros de sobrecarga en el aeropuerto. Para los interesados, pagamos 10 millones de riales, unos 250 euros, para una alfombra de 2,5 x 3,5 metros (lana y sintético). Nos la doblaron y la ataron con una cuerdecita, luego en el aeropuerto la envolvimos en plástico en las máquinas que hay ahora para envolver las maletas.

Aprovechamos para recomendar Ganjineh Carpet en Qazvin (http://ganjinehcarpet.com/en/), que aún sin hablar nada de inglés nos atendieron de maravilla.

Si hay alguien que lee el persa, ¿nos podría decir qué estilo es?


1 de abril

la vuelta

Teníamos que llegar al aeropuerto alrededor de las 7 de la mañana para salir a las 9, y habíamos puesto el despertador a las 5, ya que teníamos que recorrer otros 150 km hasta el Imam Khomeyni Airport. Pero como Leo empezó a dar botes en la cama a las 4h30, nos levantamos y salimos para allá.

MENOS MAL...

Fue una vuelta espectacular. Ya habíamos visto durante el viaje que los iraníes no son muy atentos al detalle en cuanto a carteles. Pero no habríamos pensado jamás que no habría ningún cartel para el principal aeropuerto del país.
¿Pero dónde está el cartel? ¿Dónde está? Ah... ya estamos al otro lado de Tehrán. Sólo había indicaciones para unas calles que, por supuesto, no venían en nuestro mapa. Preguntamos a dos personas que nos dijeron de seguir los carteles para la calle Hammat (apuntar por si os pasa), y dijimos que si veíamos un taxi, le pagamos para que nos llevase. Y eso hicimos, paramos un taxi cuyo conductor parecía no haber dormido en días y que nos llevaba a 70 por la autopista. A los dos minutos de seguir el taxi, ahí estaba, ¡el cartel para el aeropuerto!

¿Y qué hace el taxi? ir para el otro lado...

Chema salíó a regañarle y cuando entramos a un peaje le adelantamos, y nos siguió un rato, tal vez esperando que le diésemos más dinero.

Pronto íbamos a llegar y nos faltaba llenar el depósito. Está claro que con la racha que llevábamos no nos podía pasar otra cosa que en ese país donde hay una gasolinera cada 100 metros, no encontrásemos ninguna en unos 60 km. Un milagro que no nos quedaramos sin gasolina antes de llegar al aeropuerto.

Devolvimos el coche sin problema, incluso nos regalaron el depósito de gasolina, y conseguimos facturar la alfombra, así que íbamos ya más relajados.

Pero la gota que colmó el vaso fue la aduana, donde no sólo nos hicieron cambiar de fila unas cuatro veces porque cerraban para tomar el té, sino que también nos quisieron multar por quedarnos un día más. Y ya era la hora de embarcar. Por suerte me pude quejar al jefe de la policía del aeropuerto y todo se resolvió sin más problemas.

Una foto que le hace ilusión a Chema si la pongo:


Y ya está, aquí cierro este blog. Tal vez ahora que me he lanzado empiezo otro para contar mis aventuras, no menos apasionantes, con las administraciones españolas y alemanas.

Un beso a todos y para los que quieran viajar a Irán, estamos aquí para contestar a todas las preguntas. Si queréis visitar un país precioso, seguro y relajado, con gente encantadora y paisajes variadísimos, ir a Irán.


mercredi 23 avril 2014

26 de marzo


un paseo por las montañas

Como habíamos encontrado un hotel bueno en un sitio precioso, decidimos quedarnos un día más en Paveh. Organizamos un picnic para Leo e Irene con pan iraní, fiambre de ternera, natillas, y muchas patatas fritas, y nos fuimos por una carretera cualquiera hasta el pueblo de Bayenghan, uno de los numerosos pueblos que hay perdidos al fondo de los valles de la zona.


Después del picnic y con los niños dormidos en el coche, vimos un grupo de gente parados al lado de la carretera, y más abajo en la hierba un coche volcado. Nos paramos para ver si necesitaban ayuda, pero no estaba pasando nada grave al parecer, porque de repente les interesó mucho más la familia extranjera que había aparecido. Como siempre se pusieron a sacarnos fotos (a los niños no, ya que seguían dormidos) y cuando seguimos hasta un mirador que había más arriba en la carretera, una familia nos siguió para invitarnos a su casa. Justo aquel día que teníamos un hotel maravilloso, no queríamos dejarlo, pero bueno, un té sí que tomábamos. Como todos los iraníes, ellos tenían la tetera y la alfombra preparada en el maletero, y nos paramos al lado de la carretera para tomar té, chuches y galletas, y para conversar con la ayuda de mi libro "farsi phrasebook", que les encantó a todos. Incluso llegaron a preguntarme si tomaba drogas.




Cabían todos en un coche.

Insistieron mucho para invitarnos y la verdad es que eran muy majos, nos lo pasamos bien en la montaña con la familia kurda.

En el hotel de Paveh hubo dos bodas durante nuestra estancia. En la primera nos llevaron a un balcón que había encima de la sala para que viésemos cómo bailaban en una fiesta kurda. Las mujeres llevaban un pañuelo transparente (sí, has leído bien) y los hombres tradicionalmente se quitan el cinturón cuando bailan y lo agitan encima de su cabeza.
La segunda boda empezaba según nos íbamos, y nos invitaron a estar con ellos. No nos quedamos, pero sacamos una foto.



27 de marzo


La carretera de Marivan

Para ir de Paveh a Marivan, hay, según la Lonely Planet, dos carreteras distintas: una carretera asfaltada que pasa por Nowsud, en la frontera con Irak, y otra sin asfaltar que pasa por muchos pueblos preciosos y que es muy larga. Nos fuimos con la intención de buscar el cruce para la carretera sin asfaltar, ver qué tal estaba, y decidir qué carretera íbamos a coger según veíamos las condiciones de una y otra. Pero como siempre, no encontramos el cruce, o sí lo encontramos, pero no había manera de saber si ése era el camino de que hablaban el la guía. Pero el pueblo de Nowsud tampoco lo pasamos, o sí lo pasamos y era tan pequeño que no nos dimos cuenta, o no había cartel... pues eso, lo habitual.

Sin embargo, la ruta fue preciosa. La carretera pasaba por arriba de la montaña, a más de 2000 metros, con unas vistas espectaculares y mucha nieve.


Nos paramos a jugar al fútbol:


Esta vez sí que pasamos cerca de Irak:





Allí se notaba una mayor presencia militar, pero tampoco excesiva. Al final llegamos a un puerto de montaña donde un militar con metralleta nos indicó la dirección de Marivan y, sorpresa, allí empezaba la otra carretera que llegaba a Paveh (nuevamente asfaltada).


Marivan

A la diferencia de muchos sitios de Irán, allí había más de dos hoteles para elegir. Habríamos cogido el Tourist Inn con vista al lago, pero estaba lleno, así que nos quedamos en el
Hotel Zariwar
en la carretera del lago
Tel. 0875 322 81 82

Marivan es muy turístico, sobre todo porque tiene un lago donde se pueden alquilar barcas.



Y había unas atracciones para niños.



 A ver si lo hacemos en casa.


mardi 22 avril 2014

25 de marzo

Kermanshah - Paveh

Al día siguiente en Kermanshah, fuimos a ver otros relieves engravados en la montaña, Taq-e Bustan, que se encuentran en un parque de la ciudad.


Algunos también tuvieron la misma idea.


Al lado de este sitio había unos restaurantes con terrazas, cosa muy rara en Irán ya que están prohibidas. Creo que esas terrazas estaban autorizadas porque no daban directamente a la calle, pero en realidad no se podía saber. No sentamos con la idea de tomar un aperitivo, y llegaron unos pinchos tan grandes que ya nos llenó la tripa para el día entero.

A partir de allí queríamos ir a explorar la zona del Kurdistán que está pegada a Irak, pero como había varias rutas y varios pueblos donde podíamos buscar un sitio para dormir, no sabíamos muy bien por dónde seguir. Dos rutas venían descritas en la LP, una de ellas un camino de tierra de 70 km, y estábamos cogidos entre el probable sufrimiento delos niños encerrados en el coche durante muchas horas y nuestras ganas de pasar por esos sitios remotos.

Con la idea de llegar hasta Marivan, un pueblo turístico un poco más al norte, cogimos la carretera hacia Paveh. Cuando llegamos allí, ya era un poco tarde para seguir hasta Marivan, y nos fuimos a preguntar por un hotel en un bazar llamado "mercado fronterizo", donde se vendía principalmente jabón y toallitas. No me preguntéis. Tampoco llegamos a saber si se llamaba así porque iban los irakíes a comprar ciertas cosas a Irán o si era al revés.

Decir que estábamos tan cerca de Irak puede asustar a más de uno, pero en realidad no hay sitio más agradable y tranquilo que Kurdistan. El lado irakí es ahora semi-independiente y al parecer les va bien. La frontera parece bastante permeable, aunque no hayamos intentado cruzarla, y no parece muy peligroso ya que te intentan cambiar dinero irakí y te preguntan si vas a ir a visitar Irak también.

Para buscar nuestro hotel, nos ayudaron un vendedor de toallitas y un vendedor de té. Uno de ellos fue con nosotros a coger el folleto del mejor hotel de la ciudad, y es justo lo que necesitábamos después de una serie de hoteles más o menos cutres: un hotel bueno, por favor.

Paveh Eram Hotel
Tel. 0832 722 4695
1'700'000 riales para una habitación triple

Aunque era un hotel de 4 estrellas muy bueno, fue el sitio donde menos inglés hablaban. Ni "room", nada, así que dejo el número de teléfono por si acaso, pero si no habláis persa ni lo intentéis.

Luego, relax


dimanche 20 avril 2014

Felices Pascuas

Pronto llegarán más aventuras de los rubios, hoy para descansar un artículo del País que pienso que os puede interesar:

http://smoda.elpais.com/articulos/la-moda-irani-una-pequena-ventana-al-mundo/4736

y si queréis ver más fotos de cómo van vestidas algunas iraníes (desde luego no todas), podéis consultar este blog:

http://thetehrantimes.tumblr.com/

samedi 19 avril 2014

24 de marzo

La carretera nueva

Nuestra idea era seguir la ruta hasta Khorramabad, una ciudad más al norte a la que se llegaba, según nuestro mapa, por 250 km de una carretera de curvas. Ya habíamos reservado el hotel gracias al muy atento personal del hotel de Andimeshk, y estabamos preparados para una larga ruta, cuando, sorpresa, apareció un cartel de autopista de pago que ponía "Khorramabad, 100 km".
Habían hecho una carretera nueva literalmente a través de la montaña. Pocas veces he visto ruta tan espectacular. Pasamos por valles donde no había nada más que unas pocas casitas de madera y de vez en cuando unas ovejas, y - para Leo - por muchos túneles con carteles de "atención túnel" que había aprendido a reconocer.



Entre Shush y Khorramabad se pasa de una población mayoritarmente árabe a un territorio kurdo aunque oficialmente empieza la provincia de Kordestan mucho más al norte. Se reconocen los kurdos por su traje de pantalones anchos para los hombres y vestidos largos de colores para las mujeres, y por su excepcional amabilidad.

Habíamos previsto llegar casi de noche a Khorramabad, pero con la nueva carretera llegamos justo a la hora de comer. Nos paramos en un restaurante al lado de la carretera. El dueño, emocionado de acoger a unos turistas, llamó a un amigo suyo profesor de inglés que nos invitó a su casa y nos dijo que bajo ningún concepto podíamos seguir nuestro viaje sin pararnos un par de días en Khorramabad. Nos hizo dudar un poco, pero todavía teníamos mucho que ver de Irán y pocos días de alquiler de coche y seguimos con dirección a Kermanshah.

Bisotun - Kermanshah

Por la tarde, llegamos a tiempo para ver lo que quería ver desde el principio: los relieves de Bisotun. Me había impresionado la descripción de la LP, donde se podía leer cómo un teniente británico, en el siglo XIX, se había colgado a la pared para hacer moldes de la inscripciones cuneiformes engravadas en la montaña. Como se suponía que se veía desde la carretera, íbamos con la mirada pegada a la montaña por si veíamos algo. Por fin lo encontramos, y no era del todo tan evidente como pensábamos. Cogimos la mochila para llevar a Irene hasta arriba de la cuesta de donde se debían ver los relieves y ¿qué vimos? un andamio. Estaban en renovación. Sólo se podía ver Farhad Tarash, una pared sin nada donde algún rey quiso poner unas inscripciones pero nunca las puso.

Ante este fracaso y con los niños cansados, nos consolamos con algodón de azúcar.



Nuestro hotel en Kermanshah:
Mosaferkhaneh Nabovat
Madarres St. cerca de Azadi Sq.
Tel. 0831 823 10 18
900'000 riales habitación triple sin desayuno

Es un hotel más bien sencillo, no tiene restaurante pero sí un puesto de té en la entrada. También pudimos aparcar el coche en su aparcamiento medio abierto. Estaba limpio aunque con una instalación eléctrica más que precaria.
23 de marzo


Shush

Volvimos a Shush para visitar los sitios turísticos, ya que el día anterior no habíamos visto nada más que el parque de atracciones.

En el camino desde Andimeshk, vimos unas cosas interesantes, entre ellas unos camiones hasta arriba de ajos:




Y un puesto de la policía con un ejemplo a no seguir (de estos vimos varios en el viaje):




Sush tiene su nombre de Susa, una de las antiguas capitales persas. Se pueden ver sus ruinas (no muy impresionantes, más bien son unos muritos de barro) así como el Château de Morgan - en français dans le texte - que albergaba en los siglos XIX-XX a los arqueólogos para que no les asaltasen las tribus árabes de la región.

En esta foto se ven los dos: castillo y ruinas.





Subiendo al castillo nos encontramos con unos españoles que trabajaban en la zona construyendo un horno de pan iraní. Fueron los únicos occidentales que vimos hasta el último día del viaje.

También vimos la tumba del profeta Daniel, que es una mezquita con una tumba dentro, pero no se podía sacar fotos.


Después de un mini-picnic en el parque de atracciones (¡hay falafels! unn cambio bienvenido en nuestra dieta), fuimos en dirección a las ruinas de Haft-Tappeh que vio Chema mientras me iba con los niños a otro parque de atracciones, mucho más pequeño que el otro. Compramos un helado en forma de teléfono (de que los niños todavía hablan con nostalgia) y se montaron en unos caballitos sin motor que empujaba un señor a mano, todo esto bajo la guardia de un oficial de policía que se debía aburrir, porque no nos dejó solos ni un momento, "para que no nos pase nada". Fue muy amable y hablaba bien inglés, incluso nos consiguió una vuelta de caballitos gratis.

Por la noche volvimos a Andimeshk, donde me compré mi primer Smartphone, Chema se cortó el pelo y tomamos un batido de chocolate delicioso en el Karma Café.

jeudi 17 avril 2014

22 de marzo

más Shushtar

Con mucho gusto nos habríamos quedado más tiempo en Shushtar, pero no aguantábamos más el baño atascado del hotel, sobre todo por ese precio.

Nos quedaba por ver más cosas, entre ellas el puente de Valeriano, el emperador romano que fue encarcelado allí. Luego fue liberado a cambio de realizar con sus soldados el sistema de canales de la ciudad.



Choq-e Zanbil

Saliendo de Shushtar fuimos a visitar esas ruinas de un templo preislámico o ziggurat (pirámide escalonada). Nos dimos una vuelta cada uno por nuestra cuenta mientras dormían los niños.


Se ha conservado la huella del pie de un niño de 3000 años de antigüedad.


Cuando estaba esperando a Chema se despertaron los niños y a Leo le dio un ataque de valentía: se quiso subir a un caballo que alquilaban para un mini-paseo.



Luego se quiso subir al camello también, pero no era tan bueno como el caballo. Nos tiró a los dos cuando nos intentamos subir. Menos mal para mí, un camello es muy alto.

Pasando delante de las ruinas de Haft-Tape y decidiendo dejarlo para el día siguiente, llegamos a Shush, una ciudad muy agradable con río y parque de atracciones.

Shush

Montamos en el trenecito


 En la noria
 

Nos hacemos fotos con los locales...




Al lado del parque estaba el único hotel de la ciudad (Apadana Hotel) que estaba lleno, con lo cual tuvimos que ir hasta Andimeshk, otra ciudad cercana.

Andimeshk
Hotel Rostan
Imam St. entre Sa'at Sq. y Beheshti Sq.
0642 424 1818
900'000 riales por una habitación triple.

En Ansimeshk, puede que no haya nada, pero está llena de gente muy simpática, empenzando con los dueños del hotel. Una mención especial para el chico del Karma Café cerca del hotel que habla muy bien inglés y ofrece un café más que aceptable, una rareza en Irán. También nos encontramos con Bijan que trabajaba en una tienda de móviles y nos invitó en inglés perfecto a cenar a otra ciudad, pero nos impidieron los niños que ya tenian mucho sueño.