22 de marzo
Con mucho gusto nos habríamos quedado más tiempo en Shushtar, pero no aguantábamos más el baño atascado del hotel, sobre todo por ese precio.
Nos quedaba por ver más cosas, entre ellas el puente de Valeriano, el emperador romano que fue encarcelado allí. Luego fue liberado a cambio de realizar con sus soldados el sistema de canales de la ciudad.
Saliendo de Shushtar fuimos a visitar esas ruinas de un templo preislámico o ziggurat (pirámide escalonada). Nos dimos una vuelta cada uno por nuestra cuenta mientras dormían los niños.
Se ha conservado la huella del pie de un niño de 3000 años de antigüedad.
Cuando estaba esperando a Chema se despertaron los niños y a Leo le dio un ataque de valentía: se quiso subir a un caballo que alquilaban para un mini-paseo.
Luego se quiso subir al camello también, pero no era tan bueno como el caballo. Nos tiró a los dos cuando nos intentamos subir. Menos mal para mí, un camello es muy alto.
Pasando delante de las ruinas de Haft-Tape y decidiendo dejarlo para el día siguiente, llegamos a Shush, una ciudad muy agradable con río y parque de atracciones.
Montamos en el trenecito
En la noria
más Shushtar
Con mucho gusto nos habríamos quedado más tiempo en Shushtar, pero no aguantábamos más el baño atascado del hotel, sobre todo por ese precio.
Nos quedaba por ver más cosas, entre ellas el puente de Valeriano, el emperador romano que fue encarcelado allí. Luego fue liberado a cambio de realizar con sus soldados el sistema de canales de la ciudad.
Choq-e Zanbil
Saliendo de Shushtar fuimos a visitar esas ruinas de un templo preislámico o ziggurat (pirámide escalonada). Nos dimos una vuelta cada uno por nuestra cuenta mientras dormían los niños.
Se ha conservado la huella del pie de un niño de 3000 años de antigüedad.
Cuando estaba esperando a Chema se despertaron los niños y a Leo le dio un ataque de valentía: se quiso subir a un caballo que alquilaban para un mini-paseo.
Luego se quiso subir al camello también, pero no era tan bueno como el caballo. Nos tiró a los dos cuando nos intentamos subir. Menos mal para mí, un camello es muy alto.
Pasando delante de las ruinas de Haft-Tape y decidiendo dejarlo para el día siguiente, llegamos a Shush, una ciudad muy agradable con río y parque de atracciones.
Shush
Montamos en el trenecito
En la noria
Nos hacemos fotos con los locales...
Al lado del parque estaba el único hotel de la ciudad (Apadana Hotel) que estaba lleno, con lo cual tuvimos que ir hasta Andimeshk, otra ciudad cercana.
Andimeshk
Hotel Rostan
Imam St. entre Sa'at Sq. y Beheshti Sq.
0642 424 1818
900'000 riales por una habitación triple.
En Ansimeshk, puede que no haya nada, pero está llena de gente muy simpática, empenzando con los dueños del hotel. Una mención especial para el chico del Karma Café cerca del hotel que habla muy bien inglés y ofrece un café más que aceptable, una rareza en Irán. También nos encontramos con Bijan que trabajaba en una tienda de móviles y nos invitó en inglés perfecto a cenar a otra ciudad, pero nos impidieron los niños que ya tenian mucho sueño.







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