mercredi 16 avril 2014

20 de marzo

HAPPY NO RUZ

Hoy es el día D, el año nuevo persa.
 
Cuando compramos los billetes de avión, consideramos unos aspectos como los días libres que tenía entre el MIR y la elección de plazas, si iba a haber nieve todavía en Irán, si Chema se podía coger suficientes días libres... pero no miramos los festivos persas. Resulta que No Ruz, el 20 de marzo, es la fiesta más importante del año.

En estos días, la mayor parte de la población coge dos semanas de vacaciones para visitar a todos sus familiares y amigos. Y casi todos van de camping. O sea, pensad en el 1 de agosto en España si todo el mundo se fuese de camping. El día 20, las carreteras se llenan de coches, todos con un bulto en el techo y la tetera en el maletero. En los próximos 10 días que nos quedaban de viaje, íbamos a ver nada más que tiendas de campaña montadas en todos los sitios imaginables y gente haciendo picnic. Y no unos picnics de bocata, sino unas comidas elaboradas con cocinita de gas, tetera, etc. A los niños les gustó mucho la idea, ahora de vuelta a España quieren ir de picinic siempre.

Esta foto la saqué más adelante en el viaje, la pongo aquí para enseñaros lo de las tiendas de campaña. Esto es un ejemplo, pero a veces había decenas de ellas en un solo parque.



En los días alrededor del año nuevo, la gente pone una mesa en su casa con objetos que tienen distintos significados. Esta foto es de wikipedia, no saqué fotos pero se ven esas mesas en todas partes así como innumberables puestos de peces. La mesa debe tener un espejo, peces, velas, ajo, manzanas, agua de rosa, trigo y huevos decorados (falsos). También vi botes de una pasta que no sé lo que es. En persa todos los elementos empiezan por la letra S y cada uno tiene un simbolismo especial (peces-animales, espejo-cielo, etc.)

File:Haft Chin Table.JPG

Después de Shiraz habíamos visto lo que - pensábamos - era lo más turístico del viaje y nos estábamos yendo para el norte. Después de dormir en Yasuj queríamos llegar hasta Shushtar. Fue un día de mucho coche y al anochecer nos paramos en un mini-parque de atracciones en Izeh, una ciudad unos 100 km de Shushtar. Allí preguntamos si hay un hotel en Izeh, nos dijeron que sí, pero al final nos invitó un señor barbudo, padre de una niña, a su casa. Aceptamos porque por una parte estábamos cansados, por otra parte teníamos curiosidad por dormir en la casa de alguien.

Como no hablaba bien inglés, llamó a su hermano que nos entretuvo toda la tarde. Si queríamos ver lo que era una familia ultraconservadora, pues allí estaba. Chema casi cometió el error de dar la mano a la mujer del señor de la casa, la cual ni cenó ni desayunó con nosotros. Nos enseñaron unas fotos del señor en uniforme de cazador y otras, muy bonitas la verdad, del campo alrededor de Izeh. El lío vino cuando nos quisieron ayudar a encontrar un hotel en Shushtar. No sé cómo se lo montaron, pero estuvieron una hora llamando por teléfono para reservar una habitación de hotel que supuestamente iba a costar 3 millones de riales. Luego nos dieron una serie de números de teléfono por si nos perdíamos, y cada vez hacían recomendaciones más absurdas, por ejemplo que las únicas personas en que podíamos confiar eran las que iban con traje de fiesta del año nuevo (son unos vestidos con muchas decoraciones que llevan las mujeres ese día).

Mientras teníamos nuestros problemas de comunicación, Leo y la niña Dhorsa no tanto.


Nuestros anfitriones del año nuevo.
 


Conseguimos irnos a dormir más o menos pronto (se cambiaba de año a las ocho y media de la tarde) y nos escapamos nada más levantarnos. Estábamos un poco aburridos con ellos y preferíamos seguir pronto con la ruta ya que a partir de ese día iba a ser todo más complicado.

21 de marzo

Shushtar

Por fin tras tres días de viaje llegamos a nuestro siguiente objetivo, Shushtar.

Hotel Jahangardi
Sarafat St., cerca del río
Tel. 0612 622 1690
1'800'000 riales por una habitación triple

Se notaba que los precios habían subido por el año nuevo. En Shushtar hay dos hoteles, uno muy barato con habitaciones sin baño, y al lado este, muy caro y con habitaciones malísimas por este precio y muy sucias. Había un preservativo usado y una manzana debajo de la cama, unos papeles de jabón y botes vacíos de champú en el baño y además un hormiguero en la puerta del baño. El baño turco estaba atascado. Como el hotel estaba lleno no pudimos cambiar de habitación, sólo echaron espray antiinsectos.

Pero Shushtar es precioso, así que si quiere uno ver la ciudad se tiene que conformar con uno de esos dos hoteles.

El hotel estaba al lado del río, donde la gente iba a lavar sus coches.

 

Shushtar es el sitio de donde salen canales de agua hacia toda la región. El sistema de reparto del agua es muy antiguo y muy complejo, con diez canales en tres niveles que se van llenando según la cantidad de agua que hay en el río.





El edificio que está más al fondo es una fábrica de hielo. De verdad.

Pensábamos que no habría nadie. Estaba hasta arriba de gente, no se podía casi andar. En medio de todo esto se acercó una guía que hablaba inglés y nos hizo una visita guiada del sitio. Luego tomamos té con ella, era muy maja, y se negó a coger nuestro dinero aunque insistimos bastante.

Se podía bajar dentro de algunos canales que ya no se utilizan.


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