mercredi 9 avril 2014

14 de marzo

Rafsanjan, Meymand

Como Rafsanjan no venía en la LP, nos informamos en inglés y con gestos de si había algo que ver por la ciudad. Nos dijeron cómo llegar a una "casa grande" y, efectivamente, allí estaba, la casa de adobe más grande del mundo. Ni más ni menos. A pesar de estar por la mitad en ruinas y por otra mitad en obras, el vigilante era muy estricto y no nos dejó hacer fotos.
Al salir paseamos por el barrio, pero no había nada, solamente un barbero que afeitó a Chema.

De allí nos fuimos a buscar al famoso Meymand, el pueblo troglodita, a ver si lo encontrábamos por otra carretera. Otra vez nos pasamos el cruce, luego tras encontrar el cruce cogimos cada una de las cuatro carreteras que se podían coger, intentando orientarnos por el perfil de la montaña y comparándolo con nuestro mapa de escala 1:1'500'000. Total que llegamos de noche y llamamos a la puerta de una de las cuevas. Allí estaban unos jóvenes de Shiraz que no sólo llamaron al dueño del hotel para que nos atendiese, sino que nos ofrecieron su segunda habitación y nos trajeron un calefactor y los restos de una tarta de cumpleaños que estaban celebrando esa noche. Muy amables.

La Lonely Planet dice que el pueblo tiene 60 habitantes en invierno, pero con una edad media de 90 dudo que queden más de 2 en lo próximos años. Pedimos al recién llegado dueño del hotel que nos daran de cenar porque aparte del hotel no había nada abierto. Nos mandó a casa de una abuela que tenía en el fuego una sopa de patatas y garbanzos con pan y agua del grifo. Vivía en una habitación y el único rasgo de modernidad que se veía era un radio-casete. Como decoración había colgado unas publicidades recortadas de unas revistas. Una vida de otra época.
Tras esta frugal cena nos terminamos la tarta de chocolate de los shirazies y nos acurrucamos como pudimos en las camas de madera, ya que la temperatura no había subido más allá de los 12 grados a pesar del calefactor. Las camas eran muy estrechas pero Chema dijo que nos íbamos a morir de frío si dormíamos en camas separadas, así que pasamos la noche sin poder movernos, con frío en estas camas encima durísimas.

Pero había dibujos


Al dia siguiente, sorpresa a a hora de pagar.
Meymand guesthouse
600'000 riales por persona y 300'000 por niño con cena

Por este cuchitril pagamos más caro que por una suite con desayuno. En verano puede valer el sitio para ir dos personas, pero yo no os lo recomiendaría.

Dimos una vuelta por el pueblo, que era verdaderamente particular aunque no muy animado. Había carteles de restaurante, tienda de souvenirs etc., pero no había nada abierto. Casi todas las casas eran cuevas (excepto la del dueño del hotel, que estaría forrado) incluso la mezquita, que es subterránea.


Nos quedaban bastantes kilómetros para llegar a Persépolis ese mismo día, así que nos fuimos rápidamente. Esta vez tuvimos suerte con los cruces y no nos perdimos, incluso encontramos un atajo a través del desierto y llegamos a las ruinas Pasargadae antes de que cerrasen. Pasargadae era la antigua capital del imperio persa antes de que se construyese Persépolis. No se encuentran restos muy llamativos y además, aquél día hacía un frío horrible, cerca de 0 grados con viento, así que no estuvimos mucho tiempo viéndolo.


Nos quedaba encontrar un hotel para pasar la noche cerca de Persépolis, que está a unos 50 kilómetros de Pasargadae. Como siempre, apaciguamos las fieras con dibujos animados y seguimos hasta Persépolis. El camino entre Shiraz y Pasargadae es precioso, dentro de un valle con montañas impresionantes a los lados.

Persepolis Tourist Inn
carretera a la entrada de las ruinas a mano izquierda
900'000 riales para una suite con cocina y desayuno

Un descanso bien merecido





Vamos a cenar a la ciudad más cercana, Marvdasht. Esperábamos encontrar un lugar con tiendas de souvenirs y hoteles, nada de eso, más bien parecía que estábamos en un pueblo remoto donde no ven ningún extranjero nunca. Más fotos y más besos para los niños.


Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire